jueves, 20 de noviembre de 2014

Y algún día tendré que volver (y 2ª parte)


De repente, el mafioso me pone una mano la mano sobre el hombro. Después de un breve discurso en el que me jura su amistad eterna, mira a la gitanaza y me dice:

-Dígale que recite

Y yo voy y se lo digo, y todos aplauden y ella empieza a recitar un poema muy sentido. De una que se queda embarazada soltera, y hay mucho drama y mucho no la abandones y el fruto de la mujer y lágrimas y yo juraría que el mafioso de vez en cuando, levanta un poco la garrilla y se echa un cuesco.

Y yo estoy muerto de vergüenza cuando V se levanta, con una tajada más que regular, y cuenta que bonito ha sido conocerme y como nuestra amistad se remonta a los siglos de cuando vinieron los españoles y no sé que más, y lo contento que esta de que esté en su casa, y me dedica la de Roberto Carlos, “mi querido, mi viejo, mi amigo”.

En ese momento, yo daría hasta un dedo de cada mano por estar en cualquier lugar del mundo menos allí. O que por lo menos sacaran ginebra o algo con lo que poder emborracharme para soportar aquello. Y la vieja chupa el puro y se sonroja y dice: “hacía tiempo que no tenía en la boca algo así de duro”

Y el mafioso se levanta y dice “¡voy a recitar!” y suelta:

-“Me miro con embeleso

Me lleno de besos

Y la muy puta

¡me pidió cien pesos!”

Acto seguido se sienta y se queda dormido, entonces la gitana se arranca con otro recitado de uno que van a matar y el guardia no deja que lo linchen y al final viene la madre del criminal y se despide de él.

Entonces llega el hijo de 14 años. Emporrado hasta las trancas. Pero como todos (menos yo, maldita sea) van con una tranca del catorce no se enteran. Y deciden que le hay que echar una bronca porque no estudia. Todos menos el mafioso que esta KO. Y le echamos una bronca. Y yo le digo “yo que tengo un hijo de tu edad…”

A partir de ahí. Todo se vuelve en que tenemos que intercambiar los hijos y que verás lo que aprende el tuyo aquí y el mío allí… Y el chaval me pregunta de dónde soy. Al enterarse de que soy de la misma ciudad que los “Heroes del silencio” arranca del cable el teléfono de su padre y me empieza a poner todo el repertorio de  los héroes a toda caña. Y V canta, y yo me quiero ir a dormir. Y hay más exaltación de la amistad y juramentos de amistad eterna y pullas por en medio “pero a ver si nos bajais un poco el precio para tener más margen”.

Y al final consigo irme a dormir. V me acompaña y me abraza muy sentido. Me cago en todo. Que a mí esto no me va, que yo quiero un trato estrictamente profesional.

Que algún día tendré que volver a Ecuador, y ahora ¿cómo voy a un hotel?

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Y algún día tendré que volver (1ª parte)

Habíamos quedado en que no se intimaba con la gente, que yo al hotel y ellos a casa. De hecho a todos os parecía bien ¿no? incluso a Goodbye Kitty le había parecido bien. Y a Pseudo. Vale, pues yo tan contento. Y entonces llego él.
El no es otro que V. El responsable de las sartenes en Ecuador. Como responsable de lo de las sartenes, le han asignado también alguna cosa del pollo frito que estamos haciendo. Y ahí me mandaron a mi, porque V no tiene ni idea de pollo frito. Y yo he ido a Ecuador a explicarle como se hacen las cosas, que hacer y que no y como ganar más dinero si procuras no malgastarlo.
Cosas muy básicas, pero el se ha puesto muy contento, porque tiene pasta para aburrir y a esa gente siempre le gusta tener más y más, y más....
Total que cuando hemos dado la vuelta durante tres días por el Ecuador profundo, con varias horas de curro pero también de charla y de risas, de vuelta a Quito, cuando iba a llevarme al hotel me dice:
-Y ahora te puedes venir a mi casa o te dejo en el hotel y no vuelves por aquí después de hacerme semejante desprecio.
Y ¿Qué haces?¿eh, eh?, ¿como le dices que no a un tío después de algo así?: Sobre todo si encima ese tío le va a hacer ganar pasta a tu empresa y los jefes se van a poner contentos contigo.
No le dije que no. Me ablande.
Ese fue el principio de una de las noches más surrealistas de mi vida.
Me llevo a su casa en Quito. No en la zona de lujo. En la siguiente. Superlujo a nivel de Puta Maravilla Hindu. Un ático en el norte de Quito, la zona de "la criada" tenía dormitorio, cuarto de planchar, baño y cuarto de lavadora. Total que la zona de la criada eran como 40 metros cuadrados. El ático tenía dos plantas y una terraza cubierta. Todo lleno de habitaciones cada una con su baño, salones y más salones...
En fin. Empiezo por el principio. Entro en su casa y salen a recibirme los hijos corriendo. Los pequeños, de 3 y 7 años. El mayor, de 14, no esta.
Los niños alucinan con lo grande que soy (ejem, estábamos en Ecuador, mido 1,85...) y entonces se dedican a llevarme por la casa como un mono de feria. Me ponen al lado de la nevera:
-¡Mira papá es más alto que el refrigerador!
Me ponen debajo de una lámpara:
-¡Mira papá toca la lámpara con la cabeza!.
En fin... V me rescata y me dice: "vente a ver la tele hasta que venga mi mujer".
Subo detrás de él y aparecemos en su habitación. Se tumba en la cama y enciende una tele de 2m de ancho. Dudo ¿quiere que me tumbe a su lado?, no se... miro alrededor, hay un vestidor enorme y un sofá... me arrojo sobre el sofá.
En esto llega la mujer, con la compra V se abalanza sobre ella y coge una caja de 6 botellas de vino argentino y me dice "sígueme".
Por una pared del dormitorio, se abre una puerta y subes a la parte que desde fuera parece un solárium. Ja. El tío tiene allí un bar, con zona de discoteca, barra, maquina de jugar años 80 y billar.
Descorcha una botella de vino, sirve dos copas, nos ponemos a charlar. Bebemos.
Íbamos por la media botella, V y yo solos, cuando llega otro tipo. Con un bigotillo raro, cadenota de oro y un colmillo de lobo engastado en oro colgando sobre el sueter.
Sin que me lo presenten se sienta a beber con nosotros y a charlar, a contarnos el nacimiento de su nieto cuatro días antes. Nos bebemos como otra botella y media de vino. Yo agobiado porque nadie me ha dicho quien es ese tipo ni como se llama.
Al poco sube la esposa de V, una tia alta (para Ecuador) y rubia y su madre. La suegra de V.
Nadie me dice como se llama la suegra de V, ni siquiera me he enterado de como se llama su mujer. Me agobio. La suegra es como la Pantoja, o mejor como una gitana matriarca de la Cañada Real Galiana. Gorda, morena, con patillas...
Bebemos.
V abre una pared y aparece una barbacoa. De la cocina han subido unas patatas (deliciosas patatas peruanas) y empezamos a comer mientras V nos ahúma preparando brasas. La conversación intrascendente incluye varias veces referencias a mi estancia, deseos de que los negocios vayan bien...yo por mi parte empiezo a indagar y no logro aclarar el parentesco que une al mafioso con V y su familia.
Después de las patatas pasamos a la carne, V empieza sacando salchichas, luego longaniza y luego un solomillo de ternera.
pero desde hace un rato lo que han sacado es una botella de Jack Daniels y beben como posesos. Yo sigo con el vino, que a mi fuera de la ginebra, pocas cosas.
Y siguen bebiendo. No podía acabar bien...
En un momento dado, V, con la mirada un poco turbia dice:
- "Podque los higos... De voy a gantar la ganción que le ganto a mi hijo" 
Enchufa su teléfono a un cable y pone una canción a todo trapo en versión Karaoke. Y empieza a canta una canción super cursi dedicada por un padre a su hijo mientras me mira todos sonríen babeantes. Yo me concentro en mirarle justo el entrecejo, para no tener que soportar la mirada suya y descojonarme.
Pero entonces la matriarca gitana pide que le pongan a la más grande. y mirando la letra en el teléfono del yerno, empieza a entonar el "Cómo una ola".
Sigue corriendo el Jack Daniels, desgranan canciones sin vergüenza. Yo no se que hacer porque con el vino, a mi me han dejado atrás en el grado de ingesta alcohólica. Así que me voy a mi cuarto a por un puro, por lo menos fumo un rato. El mafioso me pide otro para él, "Pada guaddadlo de reguerdo" y la gitana se enciende uno.
La gitana cantando copla y fumando un puro. El yerno, en plan de cachondeo, de vez en cuando grita "mucha ropa, mucha ropa"... La mujer chatea con las amigas... Y yo no se que hacer.